En el panteón de la
mitología griega, Europa era una princesa, hija de un rey fenicio. Un día, mientras ella y
sus amigas jugueteaban en la playa, Zeus, el dios supremo de los antiguos
griegos, la vio y se enamoró inmediatamente de ella. Para conseguir seducirla, Zeus
tomó la forma de un toro amable y pacífico. Europa,
confiada, comenzó a acariciar toro y se sentó sobre su lomo. Ese era el
momento que Zeus estaba esperando. Repentinamente, se levantó y galopó
hacia el mar, llevándose consigo a Europa. El toro Zeus no paró de nadar hasta
llegar a Creta. Una vez en la isla mediterránea, Zeus asumió de
nuevo forma humana y tuvo tres hijos con Europa, uno de ellos, Minos, rey
de Creta y "dux Europaeus".
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El
Rapto de Europa - Tiziano |
Existe el peligro de ver el
proceso de integración europeo como un proceso aislado, exclusivamente centrado
en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Esta visión comete una
gran
injusticia al no tener en cuenta las grandes transformaciones que han ido conformando lo que
actualmente denominamos Europa.
El Imperio Romano
constituyó el primer gran esfuerzo para integrar una parte importante de
nuestro continente y el conjunto de las tierras bañadas por el Mediterráneo. La Edad Media trajo la idea de unificación
bajo el común denominador del cristianismo, y de ella surgieron las ideas de
"eurocentrismo" y de la "superioridad" de Europa y de la civilización
europea. Es evidente que sin el Renacimiento y la
Ilustración no podemos entender las ideas de tolerancia, libertad, respeto de
los derechos del hombre y democracia en la que se trata de basar la
construcción europea. Hay una realidad evidente que debemos señalar: la idea de Europa es
algo que no podemos entender en su plenitud sin tener en cuenta la evolución
histórica de nuestro continente anterior a la Segunda Guerra Mundial y al reciente proceso de
integración concretado en la Unión Europea.
La lista
de importantes, y, a veces, tristemente célebres, figuras históricas que de una
manera u otra persiguieron una idea de Europa es también prolija: Carlomagno, Carlos V, Napoleón,
Metternich, Hitler...
Lo mismo podríamos decir de intelectuales y filósofos. De Rousseau a
Marx, de Kant a Leibniz, son múltiples los pensadores que han
propuesto la idea de una Comunidad europea como un objetivo político deseable a largo
plazo.