La
estudiante graduada en Psicología por la Universidad Normal de Pekín hizo una
dramática descripción, el 8 de junio, al contar los sucesos que habían
ocurrido en la plaza de Tiananmen. Contó cómo 4.000 estudiantes y sus
defensores podrían haber muerto ante las armas de fuego comunistas y bajo las
pisadas de los tanques del Ejército del Pueblo. (...)
"La
situación empeoró entre 8 y 10 p.m. del 3 de junio y el Cuartel General lla
mó a una conferencia de prensa para informar a los periodistas de los hechos
que estaban teniendo lugar (...).
A las 10
p.m, la «Universidad de la Democracia de la plaza de Tiananmen» fue fundada.
El diputado Chang Ckeng-li fue nombrado presidente. La gente nos felicitaba.
El Cuartel General empezó entonces a recibir un mensaje de emergencia tras
otro. La tensión crecía. Nos informaban que la sangre corría en la calle
Changan, los soldados empleaban tanques, bayonetas y gases lacrimógenos.
Disparaban a la gente. Los cuerpos estaban amontonados en la calle Chang-an
con sangre sobre sus pechos. Los estudiantes comenzaron a llegar a la plaza
con sangre en las manos, pechos y piernas.
Después de
las 10 p.m. del 3 de junio, el Cuartel General pidió calma (...). Los
estudiantes nos sentamos en la plaza a esperar ser sacrificados. En este
momento, desde los altavoces de alrededor del Cuartel General, se oía la
canción «El heredero del Dragón». (...)
En la
mañana del 4 de junio, el Cuartel General decidió no movilizar a los
estudiantes, éstos eran reacios a salir. La primera línea era la más firme y
los que iban detrás pensaban mantenerse en silencio aun cuando la primera
línea de estudiantes fuera atacada y asesinada (...) Los estudiantes
cantaban «La Internacional» y fueron a negociar con el ejército pidiendo que
les permitiera retirarse pacíficamente, pero antes de conseguirlo los
soldados se precipitaron con sus bayonetas hacia el monumento empezando a
disparar (...) Los estudiantes comenzaron a retirarse, algunos pensaban que
las tropas sólo les arrestarían, pero los tanques comenzaron a pasar sobre
los estudiantes que dormían en tiendas de campaña. Posteriormente, las
tropas rociaban con gasolina los cuerpos convirtiéndolos en antorchas (...).
El símbolo del movimiento prodemocrático, la diosa de la democracia, fue
derribada por una columna de tanques [ :
Los
estudiantes queríamos regresar a la plaza para protestar por tal brutalidad,
pero los ciudadanos nos persuadieron de ello (...)
En un muro
de una organización cercana había un eslogan «Propugnar una política
correcta del partido». La radio retransmitía «Esto es un motín, debemos
mantener el orden en la capital» (...).
Cuando
regresamos a la Universidad de Pekín supimos que a las 10 p.m. del 3 de
junio, el primer comunista, Li Peng, había dado tres órdenes: 1) las fuerzas
armadas abrirían fuego en la parte superior de la plaza rápidamente; 2) las
tropas deberían limpiar la plaza al alba, y 3) deberían detener a los
lideres estudiantiles y matarlos sin dilación."