4. La victoria de los Aliados 1943-1945
La entrada en el conflicto de Estados Unidos y la Unión Soviética cambió
definitivamente el curso del conflicto. La resistencia soviética y la
maquinaria industrial y militar norteamericana hicieron que la balanza
de la guerra se inclinara a favor de los Aliados. Tres batallas marcaron
el cambio de signo de la guerra:
Stalingrado en el frente oriental,
Midway
en el Pacífico y
El Alamein en el norte de África. La guerra se
encaminó hacia la derrota de las potencias fascistas y autoritarias que
formaban el Eje.
La invasión de Italia y la caída
de Mussolini
La expulsión del Eje del norte de África planteó inmediatamente la
posibilidad de la apertura de un nuevo frente en Europa, un frente por
el que
Stalin venía clamando para aligerar la presión que sufría el
ejército soviético en el frente oriental.
En julio de 1943 tropas angloamericanas desembarcaron en Sicilia. La
proximidad de la amenaza aliada, unida a los continuos fracasos de los
ejércitos italianos, precipitó la caída de
Mussolini.
A principios de septiembre los acontecimientos se precipitaron. Los
Aliados desembarcaron en el sur de la península y el gobierno de
Badoglio firmó el armisticio el 8 de septiembre. La reacción alemana fue
fulminante: tropas del Reich ocuparon el norte y el centro del país,
estableciendo una línea de defensa al norte de Nápoles. El 12 de
septiembre,
Mussolini fue liberado y estableció en la zona ocupada por
los nazis la denominada República Social Italiana, gobierno fascista que
siguió las directrices de Berlín.
Italia quedaba así dividida en dos: al sur, las tropas aliadas que
iniciaron una lenta conquista del país; en el norte y el centro, las
tropas alemanas con la colaboración de fascistas italianos que tenían
que hacer frente a una creciente resistencia interior comandada por los
comunistas.
Superando una resistencia muy dura que tuvo momentos de enorme
intensidad como en la
batalla de Monte Cassino, los ejércitos
angloamericanos liberaron Roma el 4 de junio de 1944. Sin embargo, la
última línea de defensa en los Apeninos, la "Línea Gótica", resistió
hasta abril de 1945, poco antes de la derrota definitiva del Eje en
Europa.
El 28 de abril de 1945,
Mussolini, fue capturado por guerrilleros
antifascistas cuando trataba de huir hacia Alemania y fue inmediatamente
fusilado.
El avance soviético en el frente
oriental
Tras la batalla de
Stalingrado, la
batalla de Kursk, la mayor batalla de
tanques de la guerra, entregó definitivamente la iniciativa estratégica
a las tropas soviéticas.

El año 1944 estuvo jalonado de continuos éxitos del Ejército Rojo. Las
tropas soviéticas llegaron a las antiguas fronteras de la URSS en la
primavera de ese año.
A lo largo del otoño-invierno de 1944, los antiguos aliados del Eje:
Finlandia, Rumanía, Bulgaria, Hungría fueron ocupados por las tropas
soviéticas. Las potencias del Eje fueron expulsadas de los Balcanes por
la acción de las guerrillas comunistas o por la intervención del
Ejército Rojo.
Grecia fue un caso peculiar. La retirada alemana en agosto de 1944 abrió
un período de guerra civil entre guerrilleros comunistas y tropas
monárquicas apoyadas por la intervención militar británica. Grecia era
un buen ejemplo del enfrentamiento entre los Aliados que vendría tras la
derrota del Eje.
Mientras tanto, las tropas soviéticos se aprestaban a lanzar el ataque
definitivo contra Alemania.
El desembarco de Normandía y el
frente occidental
A lo largo de 1943 representantes de "La Gran Alianza" (Estados Unidos,
la Unión Soviética y Gran Bretaña) se encontraron en diversas
conferencias en las que fueron conformando la acción y la estrategia de
los Aliados. Fruto de estas conversaciones fue el desembarco aliado en
la región francesa de Normandía, largamente demandado por la Unión
Soviética para aligerar la presión germana en el frente oriental.
El 6 de junio de 1944, el día D, tropas estadounideneses, británicas y
canadienses desembarcaron en las playas de Normandía y superaron la
férrea resistencia alemana. Rápidamente las tropas aliadas, bajo la
dirección del general norteamericano Eisenhower, se dirigieron a París
que fue liberado el 25 de agosto. Diez días antes, tropas
angloamericanas y francesas habían desembarcado en Marsella.
Las tropas aliadas tras reconquistar Francia se lanzaron hacia el
corazón de Alemania. Atacada por el occidente, el sur y el este, el
régimen de
Hitler se aprestaba a librar su última batalla.
La batalla de Alemania
En febrero de 1945,
Roosevelt,
Stalin y
Churchill se reunieron en Yalta,
donde, entre otras cuestiones, decidieron los pormenores del ataque
final sobre Alemania y su posterior reparto en zonas de ocupación.
El ataque conjunto anglonorteamericano y soviético derrumbó con
facilidad la fanatizada resistencia alemana. El 25 de abril tropas
soviéticas y norteamericanas se encontraban en Torgau, en el río Elba.
El 30 de abril, con las tropas soviéticas en los barrios de Berlín,
Hitler se suicidaba en su bunker de Berlín. El 2 de mayo la capital
alemana capitulaba. El 7 de mayo los alemanes firmaron la capitulación
incondicional en el cuartel general de Eisenhower, al día siguiente, la
firma tuvo lugar en el cuartel general de Zhukov.
Una vez derrotada Alemania, los Aliados celebraron su última gran
conferencia en Potsdam, a las afueras de Berlín.
El frente del Pacífico y el fin de
la guerra
Mientras se luchaba en los frentes europeos, los norteamericanos fueron
avanzando en una dura y cruenta guerra en el Pacífico. La conquista de
Filipinas por los ejércitos de Estados Unidos en febrero de 1945 y la
reconquista de Birmania por los británicos en mayo marcaron momentos
clave de ese avance. El 19 de febrero de 1945 los norteamericanos
ocuparon por primera vez territorio japonés, la pequeña isla de Iwo Jima.
Mientras tanto se sucedían continuos ataques aéreos sobre las ciudades y
los centros industriales de Japón. Tras la derrota alemana, en mayo de
1945, los norteamericanos se decidieron a usar el arma terrible que
habían estado investigando secretamente.
El 6 de agosto de 1945, el avión norteamericano Enola Gay lanzó una
bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. El resultado fue
atroz: 100.000 muertos y miles de heridos por el efecto de una única
bomba.
Dos días más tarde, la URSS declaraba la guerra a Japón y ocupaba
Manchuria y parte de Corea. Al día siguiente, Estados Unidos lanzaba una
segunda bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki.
El horror nuclear precipitó la capitulación de Japón. El 2 de septiembre
de 1945, los representantes del emperador japonés,
Hiro-Hito, firmaron
en el buque de guerra Missouri, fondeado en aguas de la bahía de Tokio,
la rendición incondicional. La segunda guerra mundial había terminado.
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Introducción
Los virajes hacia la guerra (1931-1939)
La guerra europea (1939-1941)
La guerra mundial (1941-1943)
La victoria de los aliados (1943-1945)
El nuevo orden impuesto por las potencias del Eje
El mundo tras la guerra
Textos históricos
Cuestionarios y ejercicios
Historia del mundo en el siglo XX
Historia de las relaciones internacionales
en el siglo XX
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