2. La población mundial.
En la segunda mitad del siglo XX, el comportamiento de la población
mundial ha experimentado drásticos cambios: ha crecido muy rápidamente, se
ha hecho más longeva, se ha urbanizado y ha emigrado de unos países a
otros. Se trata, básicamente, de una globalización de los cambios
experimentados entre mediados de los siglos XIX y XX por los países hoy
desarrollados.
2.1. El crecimiento de la población:
¿explosión o contención?
La explosión demográfica, con el consiguiente temor a que los recursos
disponibles no basten para la subsistencia de la especie humana, no es una
preocupación contemporánea. El fantasma de la superpoblación ya preocupaba
a Malthus hace dos siglo. Sigue preocupando en la actualidad. El
gráfico se presenta la última revisión efectuada, en 2006, por Naciones
Unidas.
Dentro de medio siglo la población humana rondará los 9.000 millones de
personas. Hace cincuenta años éramos unos 2.500 millones. A comienzos del
siglo XX, seríamos cerca de 1.700 millones. En 2000, superábamos por poco
los 6.000 millones.
En el siglo XX se ha acelerado el crecimiento demográfico como nunca
antes, especialmente en la segunda mitad. Sin embargo, las previsiones más
fiables indican que el crecimiento se decelerará en la primera mitad de
este siglo, como ya viene haciéndolo claramente desde comienzos de la
década de 1970.
Por tanto, los temores al crecimiento explosivo de la población mundial
resultan infundados. De hecho, es probable que el crecimiento de la
población mundial se detenga por completo en algún momento de la segunda
mitad de este siglo. Para entonces la población mundial podría no haber
llegado a los 10.000 millones. Otra cosa es que ese número de habitantes
sea compatible con los recursos disponibles. La experiencia histórica
muestra que, al menos desde la Revolución Industrial, gracias al progreso
técnico y científico, el crecimiento demográfico ha sido compatible con
mejoras del nivel de vida para un número creciente de humanos. No hay
razones para que no siga siendo así en el futuro, pero tampoco podemos
estar plenamente seguros de ello. Además, buena parte del crecimiento
demográfico de las últimas décadas ha tenido lugar en países de nivel
medio o bajo de desarrollo. Para que las poblaciones de estos países
mejoren su nivel se vida, es necesario, pues, que sus economías crezcan a
ritmos muy rápidos, lo que no está ocurriendo en todos los casos.
La transición demográfica y el
envejecimiento de la población 
Autor:
Rafael
Dobado González