La Década Ominosa (1823-1833) y la
emancipación de América Latina
La Década Absolutista, conocida como Década Ominosa por
los liberales
El mismo día en que Fernando VII fue liberado por los Cien
Mil Hijos de San Luis
promulgó un decreto por el que anulaba todo lo legislado durante el Trienio.
El monarca trataba de nuevo de volver al absolutismo y al Antiguo Régimen.
Inmediatamente se inició la represión contra los liberales Riego fue ahorcado en Madrid en noviembre
y, aunque
la Inquisición llegó a ser restablecida, se crearon Juntas de Fe que ejercieron la
función inquisitorial y represiva. El maestro valenciano Cayetano Ripoll fue
la última víctima
legal del fanatismo religioso.
Pese a la represión, las conspiraciones militares
liberales continuaron. El peligro de nuevos pronunciamientos llevó a
Fernando VII a tomar una medida extrema, la disolución del ejército. El
monarca pidió a
Francia que se mantuvieron los Cien Mil Hijos de San Luis mientras se
reorganizaban las fuerzas armadas. En torno a 22.000 soldados franceses se mantuvieron en nuestro país hasta 1828.
Paralelamente, el régimen absolutista abordó la depuración de la
administración, lo que llevó a la expulsión de miles de funcionarios,
especialmente docentes.
Uno de los pocos factores positivos de esta última década
absolutista fue la reforma de la Hacienda emprendida por el ministro López Ballesteros.
La reforma permitió un
cierto equilibrio presupuestario, al que no fue ajeno el aminoramiento
de los gastos militares tras la independencia de las colonias.
La Emancipación de las colonias americanas
Diversos factores explican el desencadenamiento del movimiento
independentista:
-
El creciente descontento de los criollos, descendientes de españoles
nacidos en América, quienes pese a su riqueza y cultura tenían vedado el acceso a los grandes cargos
políticos en las colonias, reservados para los peninsulares.
-
Las limitaciones al libre comercio y al desarrollo económico de las colonias
impuestas por el régimen colonial. Estas limitaciones perjudicaban
económicamente a la burguesía criolla.
-
La influencia de las ideas ilustradas y ejemplo de
la independencia de los Estados Unidos de América.
-
La crisis política producida por la invasión napoleónica, que privó de
legitimidad a las autoridades que representaban a la monarquía de José I en las colonias.
En el proceso de independencia se pueden distinguir dos
grandes etapas:
1808-1814
Los territorios americanos se declararon independientes de la España napoleónica, pero mantuvieron sus
lazos con las autoridades de Cádiz, enviando representantes a las Cortes.
Cuando Fernando VII fue repuesto en el trono, todas las colonias, excepto Argentina,
volvieron a unirse a la Corona española.
1814-1824
La vuelta al absolutismo propició pronunciamientos
militares que rápidamente derivaron hacia
posturas independentistas entre los criollos. Esta deriva fue alentada por Inglaterra,
que rápidamente se hizo con la influencia económica en la zona, y por Estados Unidos.
Entre los caudillos independentistas sobresalen las figuras
de San Martín y Bolívar. Las guerras de independencia siguieron una
trayectoria compleja y culminaron con la derrota española en Ayacucho en
1824. Esta batalla puso fin a la dominación española en América. Sólo las
islas antillanas de Cuba y Puerto Rico siguieron ligadas a la metrópoli.
Simón Bolívar planteó la alternativa de la unidad
americana tras el fin del imperio hispánico. Los localismos, las mezquindades de los
nuevos dirigentes, el atraso económico, las dificultades de comunicación,
ayudados por las maniobras de Estados Unidos, llevaron al fracaso del ideal
bolivariano y a la fragmentación política de la América hispánica.
El Trienio liberal (1820-1823)