El 98 y sus repercusiones.
Aunque desde una perspectiva económica, no se puede
hablar de desastre:
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El fin de la guerra guerra permitió al ministro Fernández Villaverde abordar
algunas reformas necesarias en el sistema de impuestos y en la emisión de
deuda, lo que supuso un saneamiento de la situación de la Hacienda. Por primera vez
en mucho tiempo, el estado español tuvo superavit a principios del
siglo XX.
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La pérdida de las colonias supuso una
importante repatriación de capitales que fueron invertidos en la economía
peninsular.
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España
no perdió la escasa presencia que ya se tenía en los mercados
latinoamericanos.
Sin embargo, la apabullante derrota ante EE.UU. y la
pérdida de más de
50.000 combatientes provocó una intensa conmoción en la sociedad
española en todos los ámbitos. Políticos del régimen canovista como Francisco Silvela,
que escribió "España sin pulso";
opositores socialistas o republicanos;
intelectuales como Joaquín Costa; todos
sintieron la pérdida de las colonias como el Desastre del 98 .
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Esta
conmoción nacional provocó una profunda crisis de la conciencia nacional que
marcó la obra crítica de los diversos autores que
componen la generación del 98 (Unamuno, Baroja, Maeztu...)
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Propuestas de reforma y modernización política como
el Regeneracionismo, con una
doble vertiente de reforma política y de reforma educativa
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Mayor empuje y presencia de los nacionalismos periféricos,
ante una evidente crisis de "la idea de España".
La derrota de 1898 había puesto de relieve de forma
trágica y súbita todas las limitaciones del régimen de la Restauración
y su parálisis a la hora de afrontar los problemas sociales y la
modernización del país.
El Regeneracionismo de Joaquín Costa fue la principal expresión de una
renovada conciencia nacional que aspiraba a la reforma del país. El
pensamiento de Costa se basó en una crítica
radical al sistema caciquil que había impedido la implantación de una
verdadera democracia basada en las clases medias y la modernización
económica y social del país.
La liquidación del imperio colonial: Cuba y Filipinas