El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), así denominado en honor de
César Augusto Sandino héroe de la resistencia nicaragüense contra la ocupación
norteamericana (1927-1933), fue fundado en 1962. Desde un principio se
manifestó contra la dictadura de la familia Somoza, contra la influencia
norteamericana y a favor de establecer un régimen socialista.
Sus tácticas guerrilleras, inspiradas en las que practicó Castro en Cuba,
desencadenaron brutales y sangrientas represalias por parte de la Guardia
Nacional del Somoza. Pese a problemas internos entre las tres grandes
tendencias del movimiento, la creciente rebelión popular llevó al FSLN a
unirse bajo el liderazgo de Daniel y Humberto Ortega y a encabezar la
revolución que finalmente derrocó la dictadura de Somoza en julio de 1979.
Aunque al llegar al poder el FSLN, dirigido por Directorio de nuevo miembros
liderado por Daniel Ortega, confiscó las vastas posesiones de los Somoza y
nacionalizó las principales industrias, no aplicó una política de economía
centralizada de estilo soviético. Tampoco acabó totalmente con las libertades
y permitió otros partidos políticos y celebró elecciones.
El principal problema fue la Contra, ejército guerrillero armado y
subvencionado por la administración de Ronald Reagan a veces de forma
fraudulenta como demostró el denominado escándalo Irán-Contra. Esta
agresión militarizó aún más al régimen que fue cayendo bajo la dependencia de
la URSS y la Cuba de Castro.
La perestroika, con su consiguiente desligamiento del apoyo militar al
FSLN, y la presión de la Contra, llevaron finalmente a que en las
elecciones de 1990 los sandinistas fueran desalojados del poder en las urnas.