El largo proceso revolucionario iniciado en 1912 con la caída de la monarquía
y el establecimiento de la República dirigida por el Kuomintang de Sun-Yat-sen
culminará con el triunfo comunista en 1949 y el establecimiento de la
República Popular dirigida por Mao Zedong.
Dos grandes fuerzas se erigen en este período: por un lado el Kuomintang
nacionalista de Chiang-Kai-Chek, por otro, el Partido Comunista fundado en
1921 por Mao. Tras un primer momento de colaboración, estalla el
enfrentamiento entre ambos bandos en 1927. El choque culmina con el triunfo
nacionalista en 1934 y la huida del Ejército Rojo de Mao en la denominada
"Larga Marcha".
Tras haberse anexionado Manchuria en 1931, Japón lanza en 1937 la invasión de
China. El gobierno nacionalista del Kuomintang y los comunistas dejan de
enfrentarse y se alían en la lucha contra el invasor nipón. De 1940 a 1945 hay
cuatro grandes fuerzas en China: el invasor japonés que controla las zonas más
ricas del país; un gobierno chino colaboracionista dirigido por Wang Ching-wei
y establecido en Nankín; el nacionalista Kuomintang apoyado por británicos y
norteamericanos; y el comunista de Mao apoyado por la Unión Soviética.
Cuando Japón es derrotado y abandona China en 1945 vuelve a estallar la guerra
civil entre el bando nacionalista apoyado por EE.UU. y el comunista que recibe
la ayuda de la URSS. La guerra concluye en octubre de 1949 con el triunfo del
Ejército Rojo que proclama en Pekín la República Popular China. Las tropas
supervivientes de Chiang-Kai-Chek se refugian en la isla de Formosa (Taiwan),
donde establecen un gobierno nacionalista chino apoyado por los EE.UU. La
revolución comunista china había triunfado.