Este tratado de "amistad, cooperación y asistencia mutua" fue establecido el
14 de mayo de 1955 en réplica al rearme alemán y a la integración de la RFA en
la OTAN. A imitación de la Alianza Atlántica reunió bajo el comando militar
soviético a todas las fuerzas armadas de los países de las "democracias
populares", con la excepción de Yugoslavia (Albania, Bulgaria, Checoslovaquia,
Alemania Oriental, Hungría, Polonia y Rumanía). Posteriormente Albania
abandonó de hecho el Pacto en 1962, tras la ruptura chino-soviética, y
formalmente en 1968.
Este pacto venía institucionalizar en un marco común los distintos pactos
bilaterales que la URSS había firmado entre 1945 y 1948 con todos los países
de su zona de influencia. Firmado en el período de la desestalinización, el
Pacto vino a dar una apariencia de "igualdad" a lo que durante la época de
Stalin había sido la pura y simple ocupación militar.
De hecho, más que un verdadero pacto militar, el Pacto de Varsovia estaba
dirigido a preservar la hegemonía militar y política de la URSS sobre los
países del centro y este de Europa. Cuando Hungría en 1956 trató de abandonar
el Pacto y declararse neutral, el Ejército Rojo sin mediar ninguna consulta
previa con sus aliados, ni respetar los artículos del Pacto que hablan de no
injerencia en los asuntos internes de cada país miembro. El 20 de agosto de
1968, un ejército de 500.000 hombres de todos los países del pacto excepto
Rumania invadieron Checoslovaquia siguiendo una simple orden de Moscú y sin
consulta previa al comité político de la organización. La doctrina Breznev que
proclamaba el derecho de intervención cuando el socialismo estuviera en
peligro en alguno de estos países venía a confirmar la hegemonía soviética. El
golpe de Jaruselzski en Polonia en 1981 se produjo para adelantarse a una
intervención del Pacto de Varsovia similar a la que había sufrido
Checoslovaquia en 1968.
Este carácter policial e impuesto del Pacto de Varsovia se verá claramente
cuando la perestroika de Gorbachov niegue la doctrina Breznev. Tras la
caída del Muro de Berlín y de los sistemas comunistas en Europa oriental, el
Pacto no tenía razón de ser. En septiembre de 1990, la Alemania comunista lo
abandonó poco antes de la reunificación. En marzo de 1991, antes de la
disolución de la URSS, se disolvió la estructura militar y en julio la
estructura política. Fue el inicio de la repatriación de los más de medio
millón de soldados soviéticos desplegados en estos países: Hungría y
Checoslovaquia en 1991, Polonia en 1993 y Alemania finalmente en 1994 según lo
acordado en el acuerdo "2+4" de reunificación.