Movimiento de los Países No Alineados

Te explicamos qué es el Movimiento de los Países No Alienados y cómo defendió los intereses políticos de los países del Tercer Mundo durante la Guerra Fría.

El Movimiento de los Países No Alineados defiende los intereses de los países en vías de desarrollo.

¿Qué fue el Movimiento de los Países No Alineados?

El Movimiento de los Países No Alineados (MPNA) es una organización internacional que defiende los intereses y aspiraciones de los países del Tercer Mundo. La asociación surgió en el contexto de la Guerra Fría, que dividió al mundo en dos grandes bloques de países que quedaron bajo la esfera de influencia de las mayores superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética

Los países del Tercer Mundo pelearon por lograr su independencia política (durante la era de la descolonización que siguió a la Segunda Guerra Mundial) y luego para romper el patrón de dependencia económica y necesidad de asistencia extranjera. 

El MPNA tiene su antecedente fundacional en la Conferencia de Bandung de 1955. En ella, los países en vías de desarrollo (que, en su mayoría, recién habían obtenido su independencia política) declararon la necesidad de aliarse para entre ellos y abstenerse de quedar bajo la influencia de las grandes superpotencias, a las que recriminaron su accionar imperialista. 

En 1961, se creó formalmente el MNPA en la Conferencia de Belgrado, con fuerte determinación de los líderes nacionalistas de Egipto, Ghana, India, Indonesia y Yugoslavia. 

Actualmente, el MPNA cuenta con 120 países miembros de todo el mundo y, desde su fundación, ha celebrado más de 18 conferencias. Defiende los principios de independencia y soberanía política, la solución de conflictos internacionales sin el uso de la fuerza y la no intervención en asuntos internos de países. 

Además, busca que se desestime el derecho a veto de los países poderosos en la Organización de las Naciones Unidas para equilibrar la fuerza política de los países del Tercer Mundo en las organizaciones internacionales. 

Contexto histórico

Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, las dos superpotencias más importantes (Estados Unidos y la Unión Soviética) comenzaron a competir por el poder y la influencia política en el mundo. Esto generó la aparición de dos grandes bloques políticos: el Bloque occidental capitalista, liderado por Estados Unidos, y el Bloque oriental comunista, liderado por la Unión Soviética. 

De manera paralela, la Segunda Guerra Mundial desató una ola de luchas por la independencia en los países coloniales. La debilidad de las potencias europeas durante la guerra generó el momento propicio para que los movimientos nacionalistas pudieran enfrentarse a los gobiernos extranjeros y lograr su independencia. Así comenzó el proceso de descolonización que generó, durante las décadas de 1950 y 1960, la aparición de decenas de nuevos Estados africanos y asiáticos. 

Junto a los Estados latinoamericanos que habían logrado su independencia política del dominio europeo en el siglo XIX, los nuevos Estados de África y Asia constituyeron lo que se llamó “el Tercer Mundo” o “los países en vías de desarrollo”.  Este conjunto de países tenía en común su necesidad de lograr estabilidad política y de superar la debilidad económica heredada de los gobiernos coloniales. 

En este sentido, durante la Guerra Fría, los países del Tercer Mundo entendieron la importancia de aliarse para defender sus intereses frente a las superpotencias que se disputaban su influencia mundial. Con el impulso de los líderes fuertes que lograron detener el avance colonialista de las grandes potencias en sus países, se comenzaron a celebrar las primeras reuniones para la alianza de los países en vías de desarrollo. 

La Conferencia de Bandung (1955)

Los líderes de India, Ghana, Egipto, Indonesia y Yugoslavia lideraron la Conferencia de Bandung.

La iniciativa de la convocatoria para una conferencia internacional provino de los cinco primeros países descolonizados en Asia: Pakistán, India, Indonesia, Ceilán y Birmania. La figura impulsora fue Nehru Jawaharlal, el líder de la India

Los cinco países decidieron convocar una conferencia en la ciudad indonesia de Bandung en abril de 1955. Acudieron en total 29 países de Asia y África: Afganistán, Arabia Saudita, Birmania, Camboya, Costa de Oro, Ceilán, China, Egipto, Etiopía, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Irak, Japón, Jordania, Laos, Líbano, Liberia, Libia, Nepal, Pakistán, Siria, Sudán, Tailandia, Turquía, Vietnam del Norte, Vietnam del Sur y Yemen. 

Además, participaron como observadores delegados de países que aún tenían gobiernos coloniales, como Chipre, y países del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez). Ni la China nacionalista (actual Taiwán) ni Israel fueron invitadas para evitar el boicot de la República Popular de China y de los países árabes. Tampoco fue invitada África del Sur porque se condenaba su política de apartheid

El "espíritu de Bandung"

En la Conferencia hubo una condena unánime al colonialismo que aún dominaba en África y al sistema racista del apartheid. Se estableció el compromiso de luchar contra el subdesarrollo y la pobreza de los países del Tercer Mundo. 

Se acordaron cinco principios, concebidos por Sukarno y popularizados por Nehru, que se convirtieron en los fundamentos del posterior MPNA:

  • Respeto a la soberanía y la integridad territoriales
  • Igualdad entre las razas y las naciones
  • No agresión
  • No injerencia en los asuntos internos de cada país
  • Coexistencia pacífica

Por otro lado, pese a estas demandas comunes, fue desde un principio muy evidente la existencia de tres grandes corrientes enfrentadas:

  • Los no alineados (India y Egipto). Condenaban la política de bloques militares enfrentados.
  • Los pro-occidentales (Turquía, Irak, Pakistán, Ceilán). Defendían la posibilidad de que cada país se integrara en alianzas militares regionales como la SEATO o el Pacto de Bagdad. Estos países intentaron que la Conferencia aprobara una resolución condenando a todo el imperialismo, incluido el soviético, pero fracasaron en su empeño. 
  • Los dos países comunistas (China y Vietnam del Norte). Zhou Enlai, el representante chino, fue enormemente hábil al frenar las iniciativas de los países pro-occidentales y obtener un gran prestigio para la China de Mao.

La Conferencia de Bandung supuso un momento clave en el proceso de descolonización y en el intento de emancipación del Tercer Mundo.

La fundación del Movimiento de los Países No Alineados

El 6 de septiembre de 1961, se celebró la Conferencia de Belgrado en la que se fundó de manera oficial el Movimiento de los Países No Alineados. A esta conferencia asistieron 25 países miembros y 3 delegaciones de países observadores. 

Allí se establecieron los principios fundamentales de la asociación, ligados a los conceptos desarrollados en la Conferencia de Bandung de 1955. El objetivo fue establecer una asociación que desempeñara un papel activo en la política internacional y defendiera los intereses propios de los países miembro. Además, se estableció la cooperación económica como una aspiración fundamental para el desarrollo de los nuevos Estados. 

Por otro lado, se puso atención en:

  • apoyar la autodeterminación de los pueblos, 
  • cooperar con las naciones que aún se encontraban bajo dominio colonial,
  • denunciar las políticas racistas del apartheid en África del Sur,
  • promover el desarme militar,
  • fortalecer a la ONU,
  • democratizar los organismos de relaciones internacionales. 

También, se planteó la necesidad de consolidar la influencia de la organización en el ámbito internacional y se propuso la creación de lazos con los países latinoamericanos (de los cuales solo Cuba participó como país miembro en la conferencia). 

La importancia del Movimiento de los Países No Alineados

Durante la década de 1960 y 1970, el MPNA consolidó su influencia internacional y logró mejorar su alcance político. En 1963, se fundó en África la Organización para la Unidad Africana (OUA). 

En 1964, se celebró la Conferencia de El Cairo, en la que participaron 47 delegaciones como países miembro y otras 30 como representantes de los Comités de Liberación de países que aún se encontraban bajo dominio colonial. En 1970, la membresía de países aumentó a 54 en la Conferencia de Lusaka y este número logró alcanzar el centenar de países hacia finales de la década.

Sin embargo, el crecimiento de la alianza del MPNA no significó un cambio profundo en la práctica. En muchos casos, la organización se vio limitada para actuar y no llevó a cabo políticas decisivas ante cuestiones de relevancia internacional. 

Debido a su principio de no intervención en los asuntos internos, se abstuvo de interceder en situaciones críticas como el sistema del apartheid en Sudáfrica, o la Guerra de Vietnam. En muchos casos, la actuación del MPNA se limitó a llamamientos a la paz o a proclamas en defensa de los derechos humanos. 

Durante la década de 1980, el MPNA atravesó su peor crisis. Con el debilitamiento del Bloque oriental y, finalmente, la disolución de la Unión Soviética, la razón de ser del MPNA se vio fuertemente cuestionada. Sin embargo, en la Conferencia de Yakarta de 1992, se planteó un cambio estratégico en los principios y los objetivos de la organización. 

En vistas de la globalización y la situación internacional posterior a la Guerra Fría, los países del Tercer Mundo vieron sus economías deterioradas y sus sistemas políticos debilitados. Se replanteó la necesidad de cooperación política y económica entre los países empobrecidos. Además, se identificó la necesidad de mantener la unión para hacer frente a las potencias en las organizaciones de alcance mundial como la ONU. 

En este sentido, actualmente el MPNA trabaja por la independencia política y la defensa de los intereses de los países del Tercer Mundo, la no intervención en asuntos internos de los países y el no uso de la fuerza para la resolución de conflictos. 

En las últimas conferencias (Cartagena de Indias en 1995, Durban en 1998, Kuala Lumpur en 2003 y La Habana en 2006), el MPNA consiguió sobrellevar la crisis y consolidar la nueva dirección de la organización. 

Las declaraciones del Movimiento de los Países no Alineados

A lo largo de su historia, el Movimiento de los Países no Alineados mantuvo los principios de lucha por la independencia, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Con el avance del proceso de descolonización y los cambios en la forma de dominación de las potencias, el MPA reconoció la importancia de la economía para mantener la autonomía de los países en vías de desarrollo. 

Mientras en la Conferencia de Bandung de 1955 las declaraciones se centraron en la proclama de los derechos políticos fundamentales de los pueblos, en la Conferencia de La Habana de 1979, la cuestión de la emancipación económica toma un lugar central.

Comunicado final de la Conferencia de Bandung (1955)

"La Conferencia Afroasiática ha prestado seria atención al problema de la paz y de la cooperación mundial. Ha examinado con profunda preocupación el actual estado de tensión internacional con el consiguiente peligro de una guerra atómica mundial. El problema de la paz está ligado al problema de la seguridad internacional. A este propósito, todos los Estados deben cooperar, sobre todo, a través de las Naciones Unidas en realizar la reducción de las armas atómicas bajo un válido control internacional. De este modo se puede promover la paz internacional y la energía atómica puede ser usada exclusivamente para fines pacíficos. (...)

Todas las naciones deberían tener el derecho de escoger libremente sus sistemas políticos y económicos y su modo de vida en conformidad con los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Libre de sospechas y de miedos y animados por la fe y buena voluntad de una hacia otra, las naciones deberían practicar la tolerancia y vivir juntas en paz y de buenos vecinos a desarrollar una cooperación amigable sobre la base de los diez principios siguientes:

1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

2. Respeto a la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.

3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.

4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.

5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

6. a) Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias. b) Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.

7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.

8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.

10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.

La Conferencia Afroasiática declara su convencimiento de que una cooperación amistosa en conformidad a estos principios y desarrollo de la paz y seguridad internacionales, mientras la cooperación en el campo económico-social y cultural contribuiría a crear una común prosperidad y el bienestar de todos (...)"

Declaración final de la VI Conferencia del Movimiento de Países No Alineados (1979)

 "1. Los Jefes de Estado o de Gobierno revisaron la evolución de la situación económica mundial y observaron con honda preocupación que desde la V Conferencia en la Cumbre los problemas económicos que afrontaban los países en desarrollo de habían tornado más agudos y se caracterizaban por el continuo ensanchamiento de la brecha que separaba a los países desarrollados de los países en desarrollo y por el estancamiento de las negociaciones para reestructurar las relaciones económicas internacionales.

2. Reconociendo que la crisis del sistema económico internacional era un síntoma de desajustes estructurales subyacentes y de un desequilibrio básico, agravado por la negativa de los países desarrollados de economía de mercado a controlar sus desequilibrios externos, sus altos niveles de inflación y desempleo, provocando de este modo la creación de nuevos desequilibrios dentro del sistema económico internacional y la transferencia de estos efectos adversos a los países en desarrollo por medio de las relaciones internacionales comerciales, monetarias y financieras. Subrayaron que esta crisis es también el resultado de la persistente falta de equidad en las relaciones económicas internacionales, que se caracterizan por la dependencia, la explotación y la desigualdad.

3. Los Jefes de Estado o de Gobierno resaltaron una vez más que la lucha por eliminar la injusticia del sistema económico internacional existente y establecer el Nuevo Orden Económico Internacional, era parte integrante de la lucha del pueblo por la liberación política, económica, cultural y social. El progreso económico y social de los países en desarrollo se había visto afectado, directa o indirectamente, de forma adversa por diferentes forma de amenaza, incluyendo las amenazas de intervención militar o el empleo de fuerza, presión, coerción y prácticas discriminatorias, teniendo frecuentemente como resultado la adopción de actitudes agresivas hacia los que se oponen a sus planes, para imponerles a esos países estructuras políticas. sociales y económicas que fomenten la dominación, la dependencia y la explotación de los países en desarrollo (...) La condición de esas prácticas era, por consiguiente, una condición necesaria para alcanzar el desarrollo y la cooperación económica internacional.

4. Los Jefes de Estado o de Gobierno subrayaron solemnemente una vez más la importancia suprema que tenía el consolidar la independencia política mediante la emancipación económica. Por tanto, reiteraron que el sistema económico internacional existente iba en contra de los intereses básicos de los países en desarrollo, era profundamente injusto e incompatible con el desarrollo de los países no alineados y otros países y no contribuía a la eliminación de los males económicos y sociales que afligían a esos países (...)

10. El Movimiento de Países No Alineados, que nació en medio de la quiebra del sistema colonial y de la lucha emancipadora de los pueblos de África, Asia, América Latina y otras regiones del mundo y en el apogeo de la guerra fría, ha sido un factor esencial en el proceso de descolonización que ha conducido al logro de la libertad y la independencia por muchos países y pueblos y a la formación de decenas de nuevos Estados soberanos y en la preservación de la paz mundial. El surgimiento de nuevos países liberados que han optado por el desarrollo político independiente y rechazado con decisión la polarización en bloques (...) dio un impulso histórico a esta lucha por la total emancipación. A partir de su fundación, el Movimiento de Países No Alineados ha librado una batalla constante para garantizar que los pueblos oprimidos por la ocupación y la dominación extranjeras puedan ejercer su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia; ha unido sus fuerzas con el fin de establecer un Nuevo Orden Económico Internacional(...) y ha desempeñado un papel decisivo en los esfuerzos tendentes a mantener la paz, promover la distensión internacional y eliminar los focos de agresión o tensión en todo el mundo, y en la promoción de soluciones justas para los problemas internacionales. Sin embargo, existen aún situaciones peligrosas y serias que los obligan a fortalecer su unidad, cohesión y cooperación para hacer frente a los peligros comunes y superar esos obstáculos.

11. Tomando en cuenta los principios en que se ha basado la no alineación y, la elaboración ulterior de esos principios en las Conferencias en la Cumbre de Belgrado, El Cairo, Lusaka, Argel y Colombo, la Sexta Conferencia reafirmó que la quintaesencia de la política de no alineamiento, de acuerdo con sus principios originales y carácter fundamental lleva aparejada la lucha contra el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo, el apartheid, el racismo, incluido el sionismo, y cualquier forma de agresión, ocupación, dominación, injerencia o hegemonía extranjeras, así como la lucha contra las políticas de gran potencia o de bloques (...)."

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Referencias

  • Arnold, G. (2010). The A to Z of the Non-aligned Movement and Third World (Vol. 172). Scarecrow Press.
  • Cavoski, J. (2022). Non-Aligned Movement summits: a history. Bloomsbury Academic.
  • Dinkel, J. (2018). The Non-Aligned Movement: genesis, organization and politics (1927-1992) (Vol. 5). Brill.
  • Darwis Khudori (2020). “Bandung conference 1955 and Bandung commemorative conferences 2005 and 2015: excerpts from the declarations of heads of state and governments”. En: BANDUNG LEGACY AND GLOBAL. FUTURE: New Insights and Emerging Forces. Aakar Books.
    https://hal.science/ 
  • Munro, André. "Non-Aligned Movement" (2023). Encyclopedia Britannica  https://www.britannica.com/ 

¿Cómo citar?

"Movimiento de los Países No Alineados". Autor: Teresa Kiss. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/movimiento-de-los-paises-no-alineados/. Última edición: 2 octubre, 2023. Consultado: 28 marzo, 2024.

Sobre el autor

Autor: Teresa Kiss

Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 2 octubre, 2023
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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