Siguiendo el estilo del presidente Reagan, antiguo actor de Hollywood, esta
iniciativa fue lanzada de forma teatral en un discurso televisado el 23 de
marzo de 1983. Reagan pedía a la comunidad científica norteamericana que
desarrollara una defensa antimisiles que garantizara la defensa del territorio
norteamericano ante cualquier ataque nuclear.
La Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE) fue rápidamente denominada por los
periodistas "Guerra de las Galaxias", siguiendo el título de una célebre
película de la época. La IDE suponía una verdadera revolución estratégica pues
suponía la ruptura de las ideas de disuasión nuclear, el equilibrio del terror
y la mutua destrucción asegurada que habían caracterizado las relaciones
soviético-norteamericanas durante toda la guerra fría.
Rápidamente recibió críticas. Se planteó la imposibilidad científica de crear
un "paraguas protector" que fuera capaz de detectar y destruir todos los
misiles dirigidos hacia un territorio concreto, en este caso norteamericano.
Los economistas resaltaron el enorme coste económico que suponía para la
economía norteamericana en aquel momento histórico.
Pese a todo, la IDE planteó un desafío de enorme magnitud a una URSS cuya
economía pasaba por serios problemas. El rearme norteamericano, en la que la
IDE era un nuevo factor clave, hizo conscientes a los líderes del Kremlin de
la imposibilidad de continuar la carrera armamentística con EE.UU. y de la
necesidad de detraer recursos hacia una economía soviética que pasaba por
graves dificultades. El nuevo giro que dio Gorbachov a la política
internacional soviética fue en gran medida consecuencia de este rearme
norteamericano.