Francia había conquistado una colonia en Indochina en el siglo XIX compuesta
de diversos territorios: Vietnam (Tonkin, Annan, Conchinchina), Laos y
Camboya.
Ocupado el territorio por los japoneses, la guerrilla comunista del Viet-minh,
dirigida por Ho Chi Minh, proclamó el nacimiento de la República Democrática
de Vietnam el 2 de septiembre de 1945, paralelamente a la capitulación
japonesa.
De Gaulle respondió enviando tropas al mando del general Lecrec para restaurar
la soberanía francesa sobre el territorio. Tras un frustrado acuerdo, los
disturbios estallan en el otoño de 1946. La guerra había comenzado.
En un principio, la guerra tiene el carácter de una guerra colonial. Francia,
ante la mirada distante u hostil de las dos grandes potencias trata de
restablecer el control sobre Indochina, para ello concede al antiguo emperador
Bao Dai la independencia de un Vietnam que quedaría integrado en la Unión
Francesa.
La guerra, sin embargo, entra de lleno en el marco de la guerra fría tras la
victoria comunista en China en 1949 y la guerra de Corea. Apoyados por los
chinos, el Viet-minh se convierte en un moderno ejército comandado por el
legendario general Giap. Pese a la ayuda financiera norteamericana, las tropas
francesas terminan siendo derrotadas en el 7 de mayo de 1954 en Diem Bien Fu.
Francia se ve forzada a la negociación y finalmente se llega a los Acuerdos de
Ginebra en 1954. Laos y Camboya acceden a la independencia y Vietnam quedaba
dividido en una línea de armisticio en el paralelo 17º. El norte quedaba bajo
control del Viet-minh y el sur bajo el dominio de nacionalistas
anticomunistas.
Los Acuerdos recogían la previsión de que en dos años se celebrarían
elecciones libres para reunificar el país. Esas elecciones nunca tuvieron
lugar y fue la guerra la que continuó dominando durante muchos años la
península de Indochina.