Estos acuerdos fueron firmados por el Rais egipcio Anuar al-Sadat, el
presidente norteamericano Carter y el primer ministro israelí Begin en la
residencia del presidente de EE.UU. en Camp David, no lejos de Washington, el
17 de septiembre de 1978.
Tras la política de "pequeños pasos" iniciada por Kissinger, estos acuerdos
suponían el éxito de los esfuerzos de Washington por acercar a El Cairo y Tel
Aviv e intentar resolver el problema palestino. El primer paso lo dio de forma
espectacular el líder egipcio con su viaje a Jerusalén el 19 de noviembre de
1977. Para llevar a Begin, un nacionalista furibundo jefe del partido Likud, a
la mesa de negociaciones fue necesaria toda la presión norteamericana.
Los Acuerdos estaban formados por dos acuerdos-marco. El primero, que tenía
como objetivo la consecución de una paz general en el Oriente Medio, no pasó
de ser un documento de intenciones. El segundo, que buscaba la firma de un
tratado de paz entre ambos países, fructificó con la firma del Tratado de Paz
entre Egipto e Israel el 26 de marzo de 1979. En aplicación de sus
disposiciones el ejército israelí se retiró de la península del Sinaí en abril
de 1982. Egipto recuperó la soberanía sobre el conjunto de su territorio e
Israel finalmente consiguió firmar la paz con un país árabe.
Los Acuerdos de Camp David revolucionaron el panorama político de Oriente
Medio. Estados Unidos consiguió un importante triunfo diplomático, pero, sin
embargo, Egipto fue condenado y aislado por mundo árabe y Sadat, considerado
por muchos árabes como un traidor, fue asesinado por un comando islamista en
1981.