Su nombre inicial fue Kim Song Ju y fue el dictador comunista de Corea del
Norte desde 1948 hasta su muerte en 1994.
Kim nació en el seno de una familia que huyó a Manchuria en 1925 huyendo de
la ocupación japonesa. En los años 30 se unió a la guerrilla antijaponesa y
adoptó el nombre de un legendario guerrillero que había luchado en épocas
anteriores contra los nipones.
Tras marchar a Moscú y ser entrenado militarmente, dirigió durante el
Segunda Guerra Mundial un contingente coreano en el seno del Ejército Rojo.
La derrota japonesa en 1945 trajo la partición de Corea. En ese momento Kim
volvió a su país y estableció un gobierno provisional en la zona ocupada por
los soviéticos. Tras la marcha del Ejército Rojo, en 1950 Kim Il Sung
desencadenó, con el conocimiento soviético, la invasión de Corea del Sur que
dio lugar a la guerra de Corea.
Tras la cruenta guerra, Kim reprimió por la fuerza cualquier oposición interna
y purgó el aparato del partido comunista. Convertido en el único líder de su
país estableció una dictadura militarista y totalitaria con un extraordinario
grado de control de la población. Kim introdujo la denominada filosofía "juche"
o de auto confianza y trató de desarrollar prácticamente autárquica. Kim
desarrolló uno de los más demenciales ejemplos de culto a la personalidad, lo
que unido a un eficaz y masivo sistema de propaganda le permitió
mantenerse en el poder hasta su muerte.
En política internacional Kim se alineó con China y la URSS, mantenimiento
una política de enfrentamiento con Corea del Sur, Japón y EE.UU.
En los años 80 preparó la sucesión para su hijo Kim Jong Il, quién
efectivamente tomó el poder a su muerte, estableciendo un sorprendente caso de
"dinastía comunista".