Ingresó en el PCUS en 1952 y tras una relativamente rápida carrera en la
burocracia comunista fue nombrado Secretario General del partido el 11 de
marzo de 1985, tras el fallecimiento de su predecesor Chernenko.
Inmediatamente lanza su propuesta de reestructuración y modernización de la
economía y la sociedad soviética, conocida como perestroika. Este
proceso de reformas tenía una consecuencia inmediata: la URSS debía limitar
sus compromisos internacionales y los crecientes gastos militares,
especialmente altos desde que el Ejército Rojo se había atascado en la guerra
de Afganistán. Con ese objetivo, Gorbachov la doctrina de la novomyshlenie
on "nuevo pensamiento" que implicaba poner fin al largo enfrentamiento
entre Este y Oeste, y la búsqueda de la normalización de relaciones.
En un momento en el que las relaciones internacionales estaban marcadas por
el conflicto de los "Euromisiles", Gorbachov lanzó una propuesta en favor del
desarme que contrastaba con la Iniciativa de Defensa Estratégica que promovía
Reagan. Pese a que la propuesta soviética fue recibida con mucha cautela en
Occidente, Gorbachov relanzó inmediatamente las relaciones con Washinton. En
su primer encuentro con Reagan en Ginebra, el líder soviético aceptó el
principio del desmantelamiento de los SS-20 a cambio del de los misiles
occidentales Pershing y Crucero. Tras una nueva cumbre frustrada
en Reykiavik (Islandia) en octubre de 1986, finalmente el 28 de noviembre de
1987 firmó con Reagan en Washington el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance
Intermedio (Intermediate-Range
Nuclear Forces Treaty - INF), por el que se acordó la destrucción de todos
los misiles de alcance intermedio desplegados en Europa. Finalmente, con el
presidente George Bush padre firmó el tratado START, que debía implicar la
reducción entre un 25% y un 30% de las armas nucleares estratégicas.
En el resto del mundo, Gorbachov dirigió su acción a acabar con los
conflictos surgidos en el marco de la guerra fría. En primer lugar, alcanzó un
acuerdo el 14 de abril de 1988 para la retirada soviética de Afganistán,
retirada que se implementó, según se había pactado, el 15 de febrero de 1989.
La presión de Moscú hizo que los vietnamitas se retiraran de Camboya lo que
permitió la normalización de relaciones con Pekín. En África se desligó de la
suerte de la dictadura etíope de Mengistu y aceptó la retirada de las tropas
cubanas de Angola en 1988. No consiguió convencer a Fidel Castro de las
bondades de la perestroika e inicia la retirada de la ayuda económica y
de la presencia militar soviética en la isla. También contribuyó al fin de las
guerras civiles en Nicaragua, lo que llevó a la derrota en las urnas de los
Sandinistas en 1990, y en el Salvador. Por último, en Oriente Medio, apoyó,
aunque con dudas, la posición occidental tras la invasión de Kuwait por Irak y
conjuntamente con Bush convocó conjuntamente una conferencia sobre la paz en
Oriente Medio en Madrid.
No obstante, donde más importancia tuvo la nueva actitud del Kremlin con
Gorbachov fue en las democracias populares del centro y este de Europa. Su
negativa a intervenir para apuntalar las dictaduras fue clave para que
se produjeran las revoluciones de 1989 que supusieron el derrumbe del
comunismo en la región. Rompiendo con la Doctrina Breznev, Gorbachov no hizo
nada para apuntalar la descomposición del régimen de la RDA, acelerado tras la
caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. Gorbachov, especialmente
tras una entrevista con el canciller Helmut Kohl en julio de 1990, aceptó el
carácter ineludible de la reunificación de Alemania y del mantenimiento de la
RFA en la OTAN. El derrumbe de las dictaduras comunistas llevó a la disolución
del COMECON en junio de 1991 y del Pacto de Varsovia el 1 de julio de ese
mismo año. Este acontecimiento se había visto compensado con la firma el 19 de
noviembre de 1990 en París del Tratado para la reducción de fuerzas
convencionales en Europa, que estableció la paridad militar entre las fuerzas
de la OTAN y de los del Pacto de Varsovia.
Muy popular en Occidente, Gorbachov era crecientemente criticado en el
interior de la URSS. El fracaso de su reforma económica y el empobrecimiento
de la población animaron a que un grupo de comunistas partidarios de la vuelta
a la dictadura soviética fraguaran un golpe de estado. Este finalmente se
produjo el agosto de 1991. Aunque el golpe fracasó, la posición de Gorbachov
quedó totalmente debilitado. El nuevo hombre fuerte, el líder ruso Borís
Yeltsin precipitó la dimisión de Gorbachov como Jefe del Estado soviético el
25 de diciembre de 1991. Al mismo tiempo se producía la disolución del Estado
creado por Lenin.