Nacido en el seno de una familia terrateniente prusiana, en 1862 accedió al
cargo de Canciller de Prusia. Desde este cargo dirigió el proceso de
unificación alemánque culminó con la guerra franco-prusiana de 1870. La
victoria prusiana dio paso a la constitución del Reich alemán en 1871.
A partir de ahí, Bismarck se consideró satisfecho y orientó su política
internacional al mantenimiento del status quo internacional. Favorecido
por el desarrollo económico alemán, Bismarck jugó el papel de árbitro en las
relaciones internacionales durante casi 20 años. El centro de su política fue
mantener a Francia aislada, consciente de las ansias de revancha del país
vecino tras la pérdida de Alsacia y Lorena en 1870. Para ello construyó
diversos acuerdos, conocidos como sistemas bismarckianos.
En 1890 fue destituido por el nuevo Kaiser Guillermo II. Un nuevo período
de las relaciones internacionales en Europa había comenzado.