Sindicalista y hombre de estado británico, uno de las importantes líderes
sindicales de su país en la primera mitad del siglo XX, demostró su fortaleza
política como ministro de trabajo durante la segunda guerra mundial y como
ministro de asuntos exteriores en la inmediata posguerra.
Cuando Clement Atlee formó su gobierno laborista en julio de 1945, Bevin
accedió al Foreign Office. Abandonó rápidamente su actitud optimista ante la
URSS y se manifestó en otoño de ese mismo año en contra del reconocimiento de
los gobiernos prosoviéticos establecidos en los Balcanes. Para facilitar la
recuperación económica y militar de la Europa occidental, principal teatro de
la naciente guerra fría, promovió el Tratado de Bruselas (marzo 1948), alianza
del Reino Unido, Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, y la
creación de la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) en abril
de ese año. Al año siguiente firmó el Tratado de la Alianza Atlántica.
Sus planes para conseguir una federación árabe-israelí o una partición
diferente de Palestina fracasaron ante el estallido del conflicto
árabe-israelí. A diferencia de EE.UU., Bevin hizo que el Reino Unido
reconociera la República Popular China en enero de 1950. Motivos de salud
motivaron su dimisión en el cargo en 1951.